Consejos para tu viaje a Marruecos: basado en las experiencias de una “veterana”

Si estás buscando consejos para tu viaje a Marruecos, seguramente te estarás preguntando ¿qué tienes que tener en cuenta antes de iniciar tu viaje a Marruecos? ¿Y una vez has puesto los pies en el país? En este post me dispongo a ofreceros las conclusiones que he sacado tras mis reiterados viajes a tal maravilloso destino.

¿Estás pensando en hacer un viaje a Marruecos o ya tienes contratado uno? Basándome en mi experiencia personal y considerándome de algún modo “veterana”, pues llevo bastante tiempo viajando a este destino donde incluso he vivido algunas temporadas, me ofrezco a darte unos consejillos sobre cuestiones que podrían ayudarte a hacer de tu estancia en Marruecos una experiencia de vida inolvidable.

Antes de partir…

Lo primero, ¿en que periodo del año viajar?

En realidad, depende de lo que estés buscando, aunque para mi la mejor época del año para viajar a Marruecos es la primavera tanto por el clima, pues las temperaturas son de carácter templado, como por la espectacular belleza paisajística con la que nos deleita. Durante el otoño las temperaturas son igualmente buenas, huyes del sofocante calor del verano y de las bajas temperaturas que asolan el país durante el invierno. Una vez dicho esto, la verdad es que depende de la zona que quieras visitar, de lo que estés buscando y, por supuesto de tu disponibilidad. Si tu idea es viajar en verano te animo a conocer la costa Atlántica. Repleta de pueblos y ciudades habitadas desde hace siglos, esta zona del país acoge extensas playas de arena blanca y antiguas fortificaciones que le otorgan un encanto especial. Por su parte, el invierno es una buena opción para quienes quieran recorrer el sur disfrutando de un clima más fresquito y por supuesto para aquellos cuya intención sea la de esquiar.

¡Ten en cuenta el Ramadán! Durante este periodo Marruecos sufre un cambio importante, diría que es la época en la que más cambia. Precisamente por ello, resulta recomendable informarse y conocer si coincide con las fechas que tenemos planeadas para nuestro viaje. Es una época muy especial, que te permitirá acercarte a uno de los pilares de la cultura y la sociedad marroquí, el islam. Sin embargo, entre otras cosas, hay que tener en cuenta que algunos de los establecimientos del país permanecen cerrados durante el día, lo que contrasta con el especial encanto que inunda los distintos espacios durante la noche, especialmente los zocos. Un ambiente difícil de contemplar en cualquier otra época del año.

Hablemos de los papeles ¿Visado o pasaporte?

Esta puede ser una de las cuestiones que más dudas genera a la hora de partir hacia nuestro destino. Para quienes pertenezcan a la Comunidad Económica Europea o Estados Unidos bastará con tener el pasaporte vigente por un periodo de 3 o 6 meses en función del país emisor. Sin embargo, hay otros países que necesitan visado. Dejo una lista de los países que pueden entrar al país simplemente con el pasaporte, si no estás en ella ¡debes pensar en conseguir el visado!

Mete en la maleta algunos medicamentos

Por lo general Marruecos es un país en el que no deberías toparte con grandes problemas relacionados con la salud. Pero una gripe, dolor de cabeza o gastroenteritis pueden pillarte en cualquier país. Marruecos lógicamente cuenta con farmacias, pero para evitar problemas de comprensión, la necesidad de recurrir a una medicina parecida a la que buscamos pero que nunca hemos empleado o encontrarnos en un lugar alejado de la urbe sin medicinas para calmar nuestro dolor de cabeza o una intoxicación alimentaria, es mejor ser previsor y no olvidarse de meter medicamentos como paracetamol, ibuprofeno, fortasec, etc.

Un último detalle: por la noche en el desierto ¡hace frío! Sea la época del año que sea no olvides llevarte algo de abrigo por si acaso.

¡Ya hemos llegado!

El agua puede convertirse en tu peor enemigo…

Como comentaba más arriba, Marruecos no es un país problemático para los viajeros en lo que a cuestiones de salud se refiere, de hecho, no hay vacunas obligatorias para viajar al mismo. Sin embargo, la “diarrea del viajero” como la llaman algunos es algo bastante común para los novatos. Puede parecer una tontería, pero una de las principales vías para evitarlo es no beber del grifo. Por lo general, las instalaciones de fontanería marroquíes no son excesivamente buenas y las visitas continuadas al baño pueden acabar por arruinarte el viaje. También os recomiendo tener cuidado con las ensaladas y todo lo que sea en crudo pues, en según que sitios, utilizan el agua del grifo para lavarlas y eso también puede perjudicarte. De todos modos, tengo que confesar que he disfrutado de deliciosas y fresquitas ensaladas en el país y ¡no me ha pasado nada!

¿Qué hay de la moneda?

La moneda oficial marroquí es el dírham y el cambio oficial suele ser de 10-11 dírhams por cada euro. A la hora de cambiar tenéis que tener cuidado con los sitios en a los que acudís ¡sobre todo por las comisiones! Aunque en realidad no variará más de 10 dirhams por cada euro. Según mi experiencia el cambio en el aeropuerto no es del todo recomendable, por el contrario, la sucursal de banco emplazada en el puerto de Tánger se presenta como uno de los lugares más apropiados para realizar el cambio. Para aquellos que no tengáis pensado pasar por la zona existen otras opciones: bancos, casas de cambio, y la recepción de algunos hoteles.

En algunos sitios del país podrás incluso pagar en tu propia divisa, especialmente en algunos hoteles, restaurantes y zocos de las grandes urbes. ¡Tampoco olvides la posibilidad de emplear tu tarjeta de crédito en supermercados, cajeros y otros establecimientos!

Hablando de dinero… ¡ten en cuenta que el regateo forma parte de la cultura marroquí!

Al principio puede que os de un poco de cosa recurrir a la práctica del regateo pero, pese al creciente rechazo por una parte de la sociedad hacia esta práctica, es importante saber que este particular “juego”, en el que incluso puedes llegar a sentir el “enfado” del otro, se trata de algo intrínseco a la cultura marroquí. Todavía en muchos espacios del país prácticamente todo es “regateable” y no sólo eso, sino que en realidad se espera que lo hagas, siempre que aquello que quieras adquirir no haya sido previamente etiquetado.

Me apetece una cervecita…

No es algo fundamental a la hora de viajar, pero me parece interesante comentarlo ya que no es la primera vez que me cruzo con viajeros a los que después de un largo día de viaje y excursiones se les antoja una copa o una cervecita. No os olvidéis que dentro del islam la ingesta de alcohol es algo prohibido, por lo que en Marruecos su adquisición es mucho más difícil que en un país occidental. Además, su coste es notablemente superior pues quienes lo venden tienen que pagar una tasa extra al gobierno a lo que se une la cuestión de la importación.

¿Qué hay de la conexión a internet?

En este campo no tienes por qué preocuparte. En Marruecos casi todos los alojamientos cuentan con servicio de Wifi. Además, hay bastantes cafés —especialmente en las grandes ciudades— que ofrecen acceso a internet, esto sin contar con los tradicionales locutorios. Sin embargo, si lo que buscas es tener una conexión más continuada la opción más recomendable con una tarjeta SIM e insertarla en tu móvil. Por 50 dirham (unos 5 euros) puedes tener 5G de Internet durante un mes entero y cuentas con diversas opciones, aunque para mí la más apropiada sería Maroc Telecom o, en su defecto, Orange.

Si lo que buscas es desconectarte y olvidarte un poco de las nuevas tecnologías ¡estás igualmente en el lugar adecuado! Con su diversidad, su ritmo de vida pausado y sus constantes llamadas a tus sentidos, especialmente una vez atraviesas el Atlas, Marruecos te ofrece la oportunidad de adentrarte en la tradición y la naturaleza y dejar de lado cosas que en nuestro entorno concebimos como indispensables. Si esta es tu opción no te olvides de desconectar los datos de tu móvil, independientemente de si navegas o no por la red estas consumiendo ¡no dejes que a tu regreso la factura telefónica te pegue un susto!

Déjate llevar…

Reservo este espacio final para daros el que para mí se antoja como el consejo fundamental: ¡deshazte de los prejuicios, abre tu mente y déjate fluir! Es importante que durante nuestro viaje tengamos en cuenta que las culturas que habitan en Marruecos dan lugar a una amalgama de costumbres, formas de proceder y prácticas que puedes estar bastante alejadas de las nuestras. En función de cómo nos aproximemos a ellas acabaremos por enamorarnos del país o por no querer volver, por enriquecernos o convertir tramos de nuestro viaje en una experiencia negativa, o cuanto menos agobiante. Cuestiones como la constante atención al turista por parte de los locales —especialmente en las grandes ciudades—. Estos pueden verte como una oportunidad para obtener ingresos, lo que les llevará a llamar tu atención o intentar venderte productos y servicios de distinta índole, en este caso basta con decir que no lo queremos y no insistirán mucho más. Lo mismo sucede las reiterativas situaciones en las que ves especialmente acentuado el ritmo pausado que inunda el país, momentos de larga espera para pagar en un establecimiento o para coger un medio de transporte… O con el tratamiento de los alimentos y la limpieza. Aquí mi consejo es que pienses que no se trata de un modo mejor ni peor de proceder, sino simplemente diferente, que por unos días te dejes llevar por el tic-tac de Marruecos y dejes que el país entre en ti ¡luego ya tendrás tiempo de sacar tus conclusiones!